Que importante es quererse bien.
No mucho,
bien.
Cuidarnos física y mentalmente,
respetarnos,
aceptarnos.
Ser conscientes de nosotros mismos, de nuestra existencia.
Es tan difícil quererse bien, pero que bonito es cuando lo consigues,
cuando te haces fuerte,
cuando te conoces y te amas, con tus virtudes y tus defectos.
Que tópico, quizás, pero que real.
Nunca nos enseñaron a querernos bien,
a escucharnos,
a darnos espacio y tiempo.
"¿Quieres a X o Y? ¿A quién quieres más?"
Como si el querer a los demás fuese lo importante.
Como empezar una casa por el tejado.
Que importante es quererse bien y que nos enseñen a hacerlo,
o al menos que nos marquen un camino por el que empezar.
Yo siempre me he querido mucho, muchísimo,
pero nunca bien.
Jamás.
Y es ahora cuando estoy empezando a cuidarme,
a mimarme,
a regarme para seguir creciendo sana.
Estoy empezando a aceptarme y a quererme,
porque nunca es tarde.
Me quiero, pero no mucho.
Me quiero bien.