jueves, 30 de marzo de 2017

Instantes.

Cada día estoy más segura de que la vida son instantes.
Reír, bailar, saltar... Apreciar las pequeñas cosas.
Encontrar en una sonrisa todas las respuestas y en una mirada el sentido de tu lucha.

Ese niño que te sigue llamando "seño" después de tanto tiempo.
Pasar de ser alumna a compañera.
Una fiesta Holi un día cualquiera de marzo.
Improvisar una coreografía en mitad del patio.
Mirar a tu alrededor y, por un momento, ver solo colores y felicidad.
La felicidad de niños pasándoselo en grande.

Instantes que te recuerdan el por qué de todo.
Que te motivan a seguir adelante.
Que te hacen entender que tirar la toalla no es una opción.
Y menos a estas alturas de la batalla.

Instantes que dependen de pequeñas decisiones.
Esas que, sin que nos demos cuenta, cambian nuestras vidas.
Instantes que debemos aprovechar para decir sí.

Sí a salir de nuestra zona de confort.
Sí a experiencias nuevas.
Sí a cambiar y mejorar.
Sí a arriesgarnos.
Sí a vivir.

Instantes.





jueves, 23 de marzo de 2017

Quizás.

Quizás muchas veces el fallo está en no amar lo que se hace.
Hacer las cosas por obligación.
Convertirlas en castigos.
No buscar el lado positivo.

Quizás deberíamos aprender a disfrutar más y a odiar menos.
Dar oportunidades.
Abrir la mente.
Salir de nuestra zona de confort.

Quizás es eso lo que me pasó a mí.
Pasar de odiar el deporte a disfrutar de cada entrenamiento.
No concebir mi vida ahora sin esas horas de desconexión.
Solo mi cuerpo y yo.
Avanzando, entendiéndonos, creciendo.

Quizás las personas necesitamos conocer más nuestros cuerpos.
Hablar largo y tendido con ellos.
Escucharlos y respetarlos.
Entender qué sí, qué no y por qué.

Quizás el deporte no sea obligar.
Quizás sea entender y adaptar.
Quizás sea comprender que no todos podemos hacer lo mismo.
Pero que todos podemos tener una actividad física hecha para nosotros.

Quizás todo esto va de aprender a quererse.
Aprender a amar lo que hacemos.
Encontrar lo que sí y lo que no.
Entrenar respetando nuestro cuerpo.







lunes, 6 de marzo de 2017

Si nunca abandonas, siempre ganas.

Hay personas que marcan nuestras vidas.
Personas que, sin saberlo o sabiéndolo, nos dan lecciones que jamás olvidaremos.

"Si nunca abandonas, siempre ganas". Esa es la mía.
No bajar los brazos nunca, seguir luchando pase lo que pase.

Pero la vida da muchas vueltas. Demasiadas.
Y hay momentos en los que no podemos seguir avanzando.
Momentos en los que tu mente y tu cuerpo dicen "hasta aquí".
Es entonces cuando empiezas a ir hacia atrás, casi sin quererlo.

Pero no es el fin del mundo.
Eres plenamente consciente de lo que está pasando y sabes cual es la solución.

Vuelves a tener un objetivo claro.
Nada te va a distraer.
Está justo en tus narices y lo vas a conseguir.

Necesitarás constancia, esfuerzo, compromiso, fuerza...
Nada nuevo.
Si lo hiciste una vez, puedes hacerlo de nuevo.
Solo tienes que creer en ti.

Porque si nunca abandonas, siempre ganas.
Y ganar es lo único que entra en mis planes.