domingo, 14 de febrero de 2021

Kamikaze.

Pero mira, tío, 

kamikaze se nace, 

es algo que no se puede evitar, 

y yo nací y moriré así. 


Arriesgando todo por nada, 

jugándome la vida por lo que creo que puede merecer la pena, 

apostando hasta el último aliento a un instante que marque la diferencia.


Aunque me pegue la hostia del siglo y tenga que recomponerme una vez más, 

aunque sean tantas las heridas que pierda la cuenta, 

aunque me deje partes de mí que nunca recuperaré en cada golpe, 

aunque jamás vuelva a ser la que era tras cada cicatriz.


A pesar de todo, me merece la pena vivir así,

a lo loco y que sea lo que Dios quiera. 

Que sea lo que tenga que ser, 

pero que nunca me quede con las ganas. 



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