viernes, 11 de octubre de 2019

Día 7: Viento.

Cuando cierro los ojos, 
el viento de levante siempre me acompaña.
Noto su presencia revoloteando a mi alrededor, 
jugando con mi pelo sin descanso.

Siento como acaricia mi piel, 
con ese toque de sal, 
con esa humedad de la mar.

Lo noto tan real que casi puedo tocarlo.
Viento de levante.
Viento de mi hogar.

Que te hace perder la cabeza.
Que sin saber cómo ni por qué, 
hace que vuelvas una y otra vez. 
Un viento que maldices cuando está, 
pero al que añoras en la distancia.

Cuando cierro los ojos, 
lejos de casa, 
siempre me acompaña.

Puedo sentirlo, 
puedo escuchar cómo mece las olas, 
cómo alborota la arena,
cómo se enreda en el vuelo de una falda.

Cuando cierro los ojos,
siempre está ahí.

Viento de locos.
Viento de levante.

Viento de mi hogar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario